Nuestra colega Esperanza García Ortíz de Landaluce, especialista en icnitas de dinosaurio y que en la actualidad se encuentra realizando su tesis sobre los yacimientos de La Rioja, nos envía esta crónica sobre el yacimiento de Valdemurillo.
El yacimiento de Valdemurillo, cuyos primeros estudios datan de inicios de los años 90, se sitúa en el barranco con el mismo nombre dentro del término municipal de Préjano (La Rioja). Es uno los muchos ejemplos de yacimientos de huellas de dinosaurios existentes en La Rioja y se caracteriza por tener ejemplos de icnitas terópodas y saurópodas.
La ruta de acceso al yacimiento se encuentra dentro de un sendero de pequeño recorrido que trascurre por un camino rural que comienza en el área de descanso del Cargadero, final de la Vía Verde de Préjano (ver foto 1). Este es un ramal de la Vía Verde del Cidacos que discurre sobre un antiguo ferrocarril minero, afluente del que iba desde Calahorra a Arnedillo.
El camino se inicia con una señalización orientativa sobre el tiempo de acceso al yacimiento, unos 20 minutos (foto 1), y otros puntos de interés en la ruta como la “Cascada de Santuste” o las “Réplicas de huellas de Valdeté y La Magdalena” (ver foto 2). La ruta es muy fácil de seguir y apta para todo tipo de público, sin embargo, a unos 15 minutos del inicio de la misma, nos encontramos con un cruce de caminos y una señal que indica una dirección de acceso al yacimiento y un tiempo.
Dicha señalización (foto 3) envía a los visitantes por un camino que se aleja del yacimiento en dirección a otro barranco próximo, mientras que el verdadero acceso trascurre por otro ramal del sendero, precisamente el no indicado en los carteles.
Al aproximarnos al yacimiento la única posibilidad de acceso es atravesar unos campos privados que se están comenzando a cercar con vallas de espino y que en su momento, al finalizar dicho vallado, impedirán el acercamiento de los turistas al yacimiento (foto 4). Este suceso es bastante común entre los yacimientos riojanos ya que ocupan un área potencial muy extensa: yacimientos en terrenos privados, difícil acceso a los mismos, desaparición de yacimientos por construcción o ampliación de infraestructuras,… Sin embargo, es una cuestión que debería de ser tenida en consideración a la hora de poner en valor un yacimiento de cara al turismo, ya que en este caso puede llegar a imposibilitar el acceso al mismo y su disfrute.
A parte de estas dificultades, el yacimiento se encuentra situado en la ladera de un barranco, pasando desapercibido para cualquiera de los caminantes de la ruta de no ser por los tres carteles que se intuyen entre la maleza formada por rosales silvestres y zarzales del fondo del barranco. Este problema se resolvería fácilmente si se desbrozase la maleza que rodea a los paneles, sin embargo, estas labores de mantenimiento no parecen realizarse, lo que conlleva que el yacimiento pase inadvertido a los ojos de cualquier paseante, y de ahí la inutilidad de su puesta en valor, con los gastos que esta acarrea.

Foto 5_ Vista del yacimiento de Valdemurillo, cuyo acceso queda dificultado por el crecimiento de la maleza
En cuanto al yacimiento, hay que señalar su elevado riesgo de deterioro debido a numerosos procesos que están acelerando su destrucción. La superficie se encuentra muy inclinada y colonizada por numerosas plantas que al crecer ayudan a la fragmentación del mismo.
Pese a la dificultad del mantenimiento de estos enclaves, es necesario establecer no solo actuaciones de puesta en valor, sino también pautas de mantenimiento de los mismos de cara a su conservación para generaciones venideras y para el disfrute de todas las personas interesadas en este excepcional patrimonio paleontológico.